Camaleón (Jorge Riquelme Serrano)

Camaleón

Título original: Camaleón
Año: 2016
Duración: 82 min.
País: Chile Chile
Dirección: Jorge Riquelme Serrano
Guion: Jorge Riquelme Serrano
Música: Carlos Cabezas
Fotografía: Cristián Petit-Laurent
Reparto: Paulina Urrutia, Paula Zúñiga, Alejandro Goic, Gastón Salgado

Soberbio debut de Jorge Riquelme Serrano (que no solo oficia como director, sino también como guionista y montador), que viene a demostrar, si es que aún no lo tenemos claro que no hace falta grandes presupuestos para hacer películas maravillosas. Camaleón lo es.
Si digo que me recuerda a Funny Games ya esto nos sirve para destripar la película de arriba abajo. En la primera secuencia vemos a dos hombres acaramelados, donde el más joven, Gastón, ya apunta maneras psicóticas.
Luego, vemos a dos mujeres Paula y Pauly que viven en un bonito caserón al lado de la playa, con vistas espectaculares al mar, paredes recubiertas de madera, un amplio jardín. Las vemos en el día después de una celebración, resacosas. Una tomando pastillas al amanecer, la otra aferrada a la botella desde que principia el día. De pronto reciben la visita de un joven, Gastón, que viene a disculparse por algo que dijo en la fiesta. Así, a lo tonto, le invitan a compartir el contenido de la botella con ellas, y ese descorchamiento viene a ser como abrir la caja de Pandora, pues tras la aparente calma, tras ese escenario idílico en el que viven las dos Paulas, hay muchos sentimientos encontrados, mucha frustración, mucha violencia. Una quería tener hijos y ya no los tendrá(n). La otra, con ciertos aires de suficiencia siempre quiere imponerse sobre la otra, quedar por encima, erigirse como aquella picapedrera que va puliendo la piedra hasta desbastarla y hacer de ello algo bello. Cuando Gastón aparece, aumenta la tensión, y la película se encabalga hacia un clímax muy bien resuelto gracias a un guión muy inteligente y a unas interpretaciones brillantes del trío formado por Gastón (Gastón Salgado), Paula (Paula Zúñiga) y Pauly (Paulina Urrutia).

Somos testigos de las obras que depara una mente enferma, criminal. Gastón muda el rostro y da pánico verlo tornar de la risa al odio más acerado. Todo lo aquí dicho son palabras. Lo mejor es ver la película de Jorge y disfrutarla (a ratos con un nudo en la garganta) minuto a minuto, secuencia a secuencia, pues hace de algo mínimo algo majestuoso.

Esta película junto a otras brutales y fascinantes como El club de Pablo Larraín creo que están haciendo del cine chileno algo grande e importante.

Nuestra puntuación

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