Camino (2008)

Camino poster peliculaDirección y guión: Javier Fesser.
País: España. Año: 2008. Duración: 143 min.
Género: Drama.
Interpretación: Nerea Camacho (Camino), Carmen Elías (Gloria), Mariano Venancio (José), Manuela Vellés (Nuria), Ana Gracia (Inés), Lola Casamayor (tía Marita), Lucas Manzano (Cuco), Pepe Ocio (don Miguel Ángel), Claudia Ortero (Begoña), Jordi Dauder (don Luis), Emilio Gavira (Mr. Meebles), Miriam Raya (Elena).
Producción: Luis Manso y Jaume Roures. Música: Rafa Arnau y Mario Gosálvez.
Fotografía: Alex Catalán.
Montaje: Javier Fesser.
Dirección artística: César Macarrón. Vestuario: Tatiana Hernández.

Camino es una película que no deja indiferente. Hay quien la considere ya como una obra maestra (como he leído en alguna crítica de ciertas blogs), al mismo tiempo que otros la detestan por la forma que tiene de plasmar la religiosidad de personas vinculadas al Opus Dei.

Son necesarias películas como Camino, que además de hacernos pasar dos horas largas muy entretenidas mueven algo dentro de nosotros, no ya tanto por esas escenas hospitalarias marcadas por la crudeza, ni por el hiperdramatismo de ciertas secuencias que no nos dan un respiro, sin tiempo de ir tirando los pañuelos de papel a la papelera, sino porque exudan vida por cada uno de los poros del celuloide, algo cada vez más difícil de encontrar en el panorama del cine español caracterizado por su adocenamiento, como en Los girasoles ciegos o Sangre de mayo, por poner ejemplos recientes.

La protagonista de esta historia es una niña llamada Camino. Vive con madre y su padre. La madre es del Opus y el padre si bien parece que no comulga demasiado con los fines de La Obra, deja hacer. La otra hija, Nuria, de ventipocos años, ha ingresado como monja y se encuentra continuamente librando una batalla, pues hay un mundo ahí fuera, extra-muros, de acordes musicales, de lecturas prohibidas, de caricias y abrazos, que le están vedados, ahora que ha optado por convertirse en sierva de Cristo, despojada de todo lo material y espiritual, toda vez que ha dejado a su familia para abrazar a su verdadero padre: Jesús.

Camino es una niña alegre, un ángel blanco, a la cual le encanta que su padre, José, la grabe con el tomavistas, una niña que quiere divertirse con sus amigas, que siente el cosquilleo y ensimismamiento propio del enamoramiento primerizo al conocer a Jesús, un chico con el que quiere compartir escenario en una obra de teatro sobre la Cenicienta, a la que la madre de Camino se opone a que participe.

La niña es disciplinada y por las noches, en lugar de cuentos, se tiene que empapar de la vida de las monjas, de esas santas como Bernadette que a costa de renuncia y sacrificio alcanzaron la divinidad. Ese y no otro debe ser su ejemplo. Ha de vencer su egoísmo y asumir cuanto le pase con dignidad, con la fortaleza del creyente que asume que su mal, su dolor, forma parte de un plan divino, pues al fin y a la postre si así son las cosas es porque esta es la voluntad del Creador sin que se deba poner en duda sus designios.

Camino sufre de la espalda. Le realizan pruebas, y finalmente ven que es un tumor en su columna el causante de su dolor. Comienza entonces el rosario de pruebas médicas, la hospitalización y el “camino de no retorno”, donde la niña va desmejorando, agravada en su enfermedad. Pierde pelo, visión y finalmente la vida y antes la fe (porque la niña no entiende como es posible que si Dios la quiere tantísimo la haga sufrir de ese modo, la tenga postrada en una cama y le ofrezca un porvenir de unos pocos días, devorada por un cáncer). Esto que digo no destripa los entresijos de la película, pues ya de entrada, la película comienza con la niña en la cama, recibiendo la extremaunción, en ese tránsito hacia la vida eterna, al que Camino accederá con una sonrisa en los labios, porque allí le espera su Padre (el que tiene bigote y la quiere más que a nadie en el mundo, no el de largas barbas y cabellos).

Fesser tiene una filmografía donde ha mezclado el humor con el surrealismo para pergeñar cortometrajes disparatados y asombrosos como El Secdleto de la tlompeta, o Aquel ritmillo, obras tan peculiares como El milagro de P.Tinto. Sorprende este cambio de registro, para llevar a la gran pantalla la vida de Camino, inspirada en el caso de una niña del Opus que falleció en los años 80, que se halla en proceso de beatificación y que fue lo que inspiró a Fesser a hacer esta película y a dedicarla a la niña muerta y a su familia (que por otra parte no ha quedado nada contenta con el resultado, porque aunque el director afirme que no se trate de un biopic, parece serlo. No faltan los paralelismos y la familia no queda muy bien parada) pero lo sabe llevar bien a su terreno, y no falta el elemento onírico, esas dosis de irrealidad, que como aire fresco alivia un poco la desazón que nos proporciona tanto dolor, tanto sufrimiento y un final tan trágico.

Así, la obra de teatro infantil, es la puerta que Camino tiene abierta hacia la fantasía, hacia todo eso que le gustaría, pero le es negado, aquello que forma parte del mundo de los niños pero que a ella le está vetado pues está llamada a algo superior. Del mismo modo en los momentos en los que Camino es intervenida, ésta dejará la mesa de operaciones (parecido a Sampedro en Mar Adentro) para correr por los pasillos, volver a su hogar, charlar con su ratón, tomar meandros que acaban desembocando en ese mar infinito que es la muerte, para llegar al cenit en los momentos previos a la expiración donde Camino no ve una luz blanca, ni el abrazo del Creador sino la Obra (de teatro) en la que no forma parte, que sigue con su pensamiento el hilo de los diálogos, para un final de cuento de hadas o de brujas, mejor dicho.

Está fuera de toda discusión que Fesser sabe dirigir a sus actores, sacando lo mejor de ellos. De ahí que más allá de que el planteamiento y lo que veamos pueda conmocionar, espeluznar o ser objeto de denigración, es obvio que las interpretaciones son soberbias (bien valdría verla sólo por esto). Carmen Elías (nominada a los Goya 2009) en el papel de la madre, Mariano Venancio como el padre, Nerea Camacho como Camino (opta al Goya a la mejor actriz revelación) y Manuela Vellés como la hermana, o Jordi Dauder (nominado en los Goya 2009), en la piel de capellán, aportan todos ellos a sus papeles la sinceridad necesaria, que no deja lugar a la impostura, al artificio, de ahí que lo que se ve, cale, o más bien empape y chorree, porque Camino es una película que permite amar el cine, el arte, la vida.

Podremos irritarnos, emocionarnos, encolerizarnos con la actitud de la madre, para la cual la pérdida de su hija es motivo de alegría (algo que al final no se cree ni ella, pues su rostro no es el de alguien alegre y feliz, sino el de una persona rota por dentro, descompuesta por el dolor, de ahí que por mucho que haya que dar gracias a Dios y seguir a pies juntillas los parabienes que le ofrece el Capellán, siendo su hija modelo con su modélica muerte para miles de niños, la madre sufre como cualquier otra y su fe le da poco consuelo ante el desgarro que supone perder un hijo, por mucho que luego se diga eso tan manido de que “su muerte no ha sido en balde” “le espera la vida eterna”…. ).

Invito a ver Camino para luego debatir sobre ella, porque es una película sobre la que apetece hablar, o escribir (a las pruebas me remito). Una película importante del 2008, de lo mejorcito que el cine Español nos ha brindado este año, y los anteriores.

Caminante no hay Camino
Se hace Camino al andar…

Nuestra puntuación

1 comentario en «Camino (2008)»

  1. No me ha dado tiempo de leer la noticia entera, luego lo hago… pero yo por ejemplo en mi blog hablé sobre camino y aunque después de tantas críticas que escuché, siendo sincera, esperaba algo más, aunque no sé decir el qué, a mí, personalmente la película me encantó.
    Además de las nominaciones que tiene en los goya, también tienen varias nominaciones a los premios unión de actores. Entre las nominaciones Lola Casamayor y Ana Gracia, compiten, por decirlo de alguna manera en la misma categoria: mejor actriz de reparto en cine…
    Me encantaría saber que también televissan esa gala, pero hasta el momento, solo sé que me tengo que conformar con la gala de los goya…
    Un saludo y luego me paso a leer todo lo que has puesto… Saludos…

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