ETA declara un Alto el Fuego Permanente. ETA en el Cine

PAZPor fin una noticia sumamente esperada se ha producido: la banda terrorista ETA ha decretado un alto el fuego permanente que puede considerarse el inicio de su fin. Nos hacemos eco de esta noticia con la pertinente cautela y teniendo en cuenta que todavía no hay nada hecho, pero con esta tregua que empezará en la media noche del próximo viernes, se abre una enorme puerta a la esperanza de acabar con el problema del terrorismo, probablemente el que más preocupaba a la ciudadanía española.

Pero como este blog está dedicado exclusivamente al cine, no queremos salirnos de nuestra temática y vamos a complementar esta noticia con una pequeña reseña de algunas películas en las que ETA ha tenido protagonismo, deseando que la gran pantalla sea a partir de ahora el único lugar donde tengamos que ver a esta banda terrorista.

LoboEmpezaremos por El Lobo (Miguel Courtois, 2004), la película más reciente sobre el tema, que trata sobre el caso real de un agente, Mikel Legarza, apodado Lobo (e interpretado por Eduardo Noriega), un infiltrado en las filas de ETA, donde llegó a acceder hasta la cúpula y dar un buen palo a la organización, aunque esperemos que las causas por las que no se acabó en aquel momento con el grupo terrorista, que no eran otras que el interés político de la derecha (encarnado sobretodo por el facha y chulesco pero estupendo como personaje de Coronado), no se trasladen de nuevo al momento que nos ocupa.

En el género documental, Trece Entre Mil (Iñaki Arteta Orbea, 2005) también ha tocado este año el tema del terrorismo, sólo desde el punto de vista de las víctimas, sin olvidar la polémica La Pelota Vasca: la Piel Contra la Piedra (Julio Médem, 2003), que fiel a las palabras del título, levantó ampollas al poner sobre la mesa opiniones de diversas índoles, lo que le dio aún más publicidad. Imanol Uribe realizó en 1979 un documental: El Proceso de Burgos, donde se habla de este juicio durante el franquismo por los primeros asesinatos de ETA.

Dias contadosSiguiendo con el director que más ha tenido que ver con ETA en su filmografía, destacaría Días Contados (Imanol Uribe, 1994), que humanizó a los militantes terroristas ya que contaba la historia (ficticia) de uno de ellos visto desde su perspectiva. En esta película se podía apreciar que los etarras eran personas fieles a una causa, pero que también tenían una vida personal, muy condicionada por su situación, y que vivían como podían. Es muy recomendable y nos encontramos con un Carmelo Gómez que es bueno hasta cuando hace de malo. Está impresionante. Nos sirvió para redescubrir a una niña, la amiga de Espinete y Don Pimpóm, que había crecido y se nos mostraba en todo su esplendor: Ruth Gabriel. El reparto se completaba con actores de lujo: un Karra Elejalde en plan chulesco que hacía a la policía parecer peores que los terroristas (en eso se parece a Lobo), Javier Bardém cuando todavía no era lo que es ahora, una debutante que acaba de ganar un Goya como secundaria, Elvira Mínguez (que por otra parte nos ha dejado sus ideas políticas bien claras) y otra debutante que curiosamente es la otra actriz ganadora del Goya este año, pero como protagonista: Candela Peña. Quizás la mayoría la recuerden por esta película, porque tuvo 2 nominaciones 2 en la misma gala de los Goya, como secundaria y como revelación (las 3 nominadas fueron las actrices de Días Contados) y su personaje era muy parecido a la Caye que este año le ha dado el premio. Y ya que hablamos de los Goya, se llevó 9 de ¡19! nominaciones.

SombrasCarmelo Gómez volvió a intervenir en otra película con ETA como telón de fondo en La Playa de los Galgos (Mario Camus, 2002). Pero Camus ya había tocado de refilón el tema etarra en La Rusa (1987), película a revisar por los “posibles” interlocutores y el veterano director cántabro lo volvería a tocar en una película realizada entre las 2 anteriores, Sombras en un Batalla (M. Camus, 1993), con Carmen Maura, a la que no me creo como exterrorista y Joaquim de Almedia, que sí me lo creo más que llega a abrir viejas heridas sobre la pertenencia a ETA de la mujer.

Y también coincidió que Ingrid Rubio antes de La Playa de los Galgos, hizo de etarra en El Viaje de Arián (Eduard Bosch, 2001) en una interpretación excepcional.

A diferencia de estas últimas, otra película basada en hechos reales fue Yoyes (Helena Taberna), donde otra exniña prodigio, Ana Torrent interpretaba a la exmilitante de ETA arrepentida que fue asesinada por sus antiguos compañeros de armas.

A CiegasDaniel Calparsoro hizo su acercamiento al mundo de ETA en 1997 con A Ciegas, con un tema similar, aunque esta vez con guión propio, con un joven que también quiere dejar el comando al que pertenece y se verá en la situación de tener que huir de todo.

La Muerte de Mikel (Imanol Uribe, 1983), otra incursión de Uribe, de las muchas que ha hecho, en el mundo de los terroristas, Imanol Arias (más conocido en la actualidad como Antonio Alcántara) era el encargado de ponerle rostro a un homosexual relacionado con la banda terroristas, aunque la película se centra más en lo primero que en lo segundo. También del mismo director, La Fuga de Segovia (I. Uribe, 1981), toca también el tema de ETA, en esta ocasión la fuga real de la cárcel de unos presos de ETA.

OgroOperación Ogro (Ogro, Gillo Pontecorvo, 1979) fue una coproducción entre España, Francia e Italia con José Sacristán, Ángela Molina y Eusebio Poncela que trataba de los últimos días de un militante de ETA que toma el tema de Carrero Blanco y las diferentes formas de pensar dentro de la organización terrorista con la muerte de Franco. En la época de esta película, en la transición, estos temas eran muy peliagudos. Comando Txikia (José Luis Madrid, 1976) ya había tocado el tema del asesinato del Presidente del Gobierno Carrero Blanco con anterioridad con Paul Naschy/Jacinto Molina y Juan Luis Galiardo en el reparto. Esta película también se conoció como Muerte de un Presidente.

Volviendo a los documentales, Elías Querejeta produjo Asesinato en Febrero (Eterio Ortega Santillana, 2001) partiendo del asesinato de Fernando Buesa y su escolta.

Emilio Martínez Lázaro (sí, el de los lados de la cama) ambientó su historia particular de Romeo y Julieta en La Voz de su Amo (2001) con la ETA de los años 80 como telón de fondo de la trama.

Por no alargarme más, ahí van algunos más que me he dejado, menos conocidas, pero que tocan también el mismo tema, de un modo u otro:

Toque de queda (Iñaki Núñez, 1978)
El caso Almería (Pedro Costa, 1983)
El Pico (Eloy de la Iglesia, 1983)
Euskadi hors d’État Arthur (Mac Caig, 1983)
Los reporteros (Iñaki Aizpuru, 1983)
Goma 2 (José Antonio de la Loma, 1984)
Golfo de Vizcaya (Javier Rebollo, 1985)
El Amor de ahora (Ernesto del Río, 1986)
Ander y Yul (Ana Díez, 1988)
Proceso a ETA (Manuel Macià, 1988)
Días de humo (Antxon Eceiza, 1989)
La Blanca (Paloma Juan Miñón, 1989)
Amor en off (Koldo Izagirre, 1991)
Cómo levantar mil kilos (Antonio Hernández, 1991)

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