Actual 2010 Maratón de Cine

De entrada ahí va el enlace a la programación del maratón de cine que ha tenido lugar hoy desde las 0.30 minutos hasta pasadas las ocho de la mañana. Si hasta la fecha siempre sido el maratón en los Cines Golem, una vez que esté cerró, surgía la duda de si finalmente habría maratón de cine o no. Los Cines Yelmo, del centro comercial Berceo, tomaron el relevo y han sido los encargados de organizar el evento.

La hora de comienzo era las 00,30 pero la primera película comenzó a la una menos cuarto. De todas las salas del cine se reservaron dos salas para el maratón, la 7 y la 9 (corrijo, fueron 4). El orden de las películas en cada sala variaba, entiendo que para aprovechar la misma película y no tener que disponer de más de una copia.

En cuanto al tema gastronómico en los Golem, al finalizar la segunda película, bajabas a la entrada y había allí un buen número de mesas con bocatas de jamón serrano, queso y pimiento verde. De beber, vino y caldo calentito. Estaba todo delicioso y podías repetir tantos bocatas como quisieras. En el Berceo en lugar de bocatas de jamón nos dieron un único perrito caliente (que curiosamente estaba frío) con un botelllín de agua.

En el aspecto técnico, quizá fruto de la inexperiencia, tanto en Los límites del control, como en Fais-moi plaisir, algo falló, ya que hubo al menos tres interrupciones en cada película, la última tuvo lugar ya casi a las ocho de la mañana, cuando estábamos ya todos vencidos por el sueño y donde una interrupción de esas características puede resultar fatal.

Poster Actual 2010

La primera película que vimos fue Les beaux gosses
Dirección: Riad Sattouf.
Guión: Riad Sattouf.
Intérpretes: Vincent Lacaste, Anthony Sonigo, Alice Tremolières, etc.
Nacionalidad: Francia.
Año: 2009.
Duración: 90 minutos.
Idioma: francés.
Fotografía: Dominique Colin.

Hervé es un adolescente con las hormonas a flor de piel (él y sus amiguitos), solo piensa en masturbarse, ya sea espiando por la ventana a una vecina, o viendo una catálago con mujeres en ropa interior. Todas la conversaciones con sus amiguetes giran en torno a lo mismo. Sus compañeras de clase, tampoco se quedan atrás y enseguida hablan de follar, o de hacerlo. La película tiene un gran sentido del humor, y alterna con acierto situaciones hilarantes con otras dramáticas, como el suicidio de un profesor, o la circunstancia de que la madre Hervé, separada y con tendencias depresivas, meta a un señor en casa, sin tener en cuenta para nada los sentimientos de su vástago.

Cuenta con un miríada de jóvenes actores que están todos muy bien en sus papeles. La historia destila mucha mala uva, y lo que entiendo que es un acierto es que al contrario que películas que abordan el problema en las aulas como La Clase (emitida el maratón del año anterior. Rectifico fue en el Actual, en el Teatro Bretón, no en el maratón), aquí los jóvenes se respetan, aunque haya algún mamporro que otro y cierta violencia verbal. A fin de cuentas, saben que tienen que pasar por ello, y que su paso por clase es un aprendizaje más vital, que una acumulación de datos y cifras fácilmente olvidables.

La historia nos hizo pasar una hora y media entre risas a los allí presentes.

La segunda fue Los límites del control
Guión: Jim Jarmusch.
Intérpretes: Isaach De Bankolé, Bill Murray, Gael García Bernal, John Hurt, Tilda Swinton, Alex Descas, Jean-François Stévenin y Óscar Jaenada.
Nacionalidad: EE. UU.
Año: 2009.
Duración: 116 minutos.
Idioma: inglés.
Montaje: Jay Rabinowitz.

Dudo que fuera Morfeo quien a las dos y pico pasadas de la mañana me estuviera trabajando el hueso arrastrándome a las simas de la inconsciencia onnírica, sino que quiero pensar que la película de marras es un bodrio en toda regla, algo tan inexplicable como el Gerry de Gus Van Sant.

El protagonista de la película apenas dirá más de media docena de frases a lo largo de la misma. Parecido al resto de personajes (por llamarlos de algún modo). No es la ausencia de diálogos, ni el ritmo calmo lo que soporiza sino que es toda la película en su conjunto. El prota es un fulano que recibe un encargo en un aeropuerto de Francia. Luego viaja a España y allí va conociendo gente que le va dejando notitas, dentro de unas cajetillas de cerillas, hasta que al final vemos de qué va el asunto. Bueno, es un decir, porque tras verla no me he enterado de que ha ido.

En fin, si alguien que la ha visto la he entendido que me la explique, y así quizá descubro que me encuentro ante una obra maestra. Hay actores españoles en la cinta como Luis Tosar u Oscar Jenada y otras que lo parecen pero no lo son como la neoyorquina Paz de la Huerta, que se dedica a mostrarnos su espléndido cuerpo desnudo, algo que ya hizo cuando posó en cueros en la revista Playboy (papelón el que hace en The Guitar).

Si algo tiene reseñable la película es la extraordinaria fotografía del inefable Christopher Doyle. Al final quienes tuvimos que buscar nuestros propios límites para no descontrolarnos fuimos los sufridores espectadores.

Después del varapalo recibido con Los Límites del control, era menester algo que nos espabilase y Soul kitchen lo consiguió de sobra.
Dirección: Fatih Akin.
Guión: Fatih Akin y Adam Bousdoukos.
Intérpretes: Adam Bousdoukos, Moritz Bleibtreu, Birol Ünel, Anna Bederke, etc.
Nacionalidad: Alemania.
Año: 2009.
Duración: 99 minutos.
Idioma: alemán.
Montaje: Andrew Bird.
Fotografía: Fatih Akin y Klaus Meack.

Akin ya había presentado en el maratón la nada complaciente Contra la pared. En Soul Kitchen, cambia el chip y nos ofrece una película muy divertida y graciosa, con unos personajes en estado de gracia, para contarnos la desternillante historia de Zinos, un treintañero de raíces griegas afincado en Alemania, que regenta un cutre restaurante en la ciudad de Hamburgo, que verá como su vida cambia radicalmente cuando su hermano, en la cárcel, consiga merced al trabajo que le ofrece en el restaurante, la posibilidad de pisar la calle y volver a las andadas, pues es un ludópata irredente, amante de las apuetas y bastante cabeza ligera.

Ante la desgracia o uno se desparrama y deja que todos los males del mundo le afecten y tira para adelante, levántandose tantas veces como haga falta. Zinos, es cualquier cosa menos un pusilánime y así, gracias a su empuje será capaz de afrontar una hernia discal que lo tiene maltrecho casi todo el tiempo, un hermano que le deja en la bancarrota, una novia que lo despacha como si fuera un mendicante. Dicen que quien la sigue la consigue y Akin, quizá aquejado de un exceso de optimismo hace que a pesar de todas las contrariedades que el día a día nos pone en los morros, sus personajes salgan bien parados en esta historia, donde un puñado de gente se hermana y conecta, sufre y lucha junta, para avivar la llama de un sueño, que debe perdura, a ritmo de una música frenética, que consolida una brillante historia de sufrimiento personal, con unas salidas de tono (como el féretro que se abre asomando una pierna de la difunta, o el encuentro sexual entre el especulador inmobiliario y la agente de Hacienda) que permiten a Akin ponerse el mundo por montera y reirse de todo y de todos. Véanla (si quieren, si tienen tiempo).

A las 6,30 de la mañana con los ojos entreabiertos acometimos la que era la cuarta y última película del maratón, la francesa Fais-moi plaisir
Dirección: Emmanuel Mouret.
Guión: Emmanuel Mouret.
Intérpretes: Emmanuel Mouret, Judith Godrèche, Déborah François y Frédérique Bel.
Nacionalidad: Francia.
Año: 2009.
Duración: 90 minutos.
Idioma: francés.
Montaje: Martial Salomón.
Fotografía: Laurent Desmet.

Comienza el film con unos pies asomando al final de una cama bajo una sábana. Un par al que se suma otro par. Ya tenemos la pareja de enamorados. Él quiere echar un polvo. Ella remolonea. Pide un café, él se lo ofrece. Quiere luego ella acaba de leer las tres páginas de libro que le restan, el accede. Después tras la lectura ella se queda aturdida, llorosa, asumiendo lo leído. Él no entiende como un libro puede ser más importante que un polvo. Vienen los reproches, la dictadura de tus ansias, le dice ella. Él la maneja y consigue encauzar la situación al punto que desea. En eso andan cuando suena un móvil. Debe primar la sinceridad así que él le cuenta quien es la mujer que le llama y el objeto de su llamada, así como la génesis de la misma. Tras la historia algo se rompe. Los besos no saben igual, y algo ha cambiado, a pesar de que todo parece seguir igual. Ella se siente celosa, necesita tiempo para asimilarlo y lo afronta, dando un paso al frente. Es necesario que corra el aire, que se ventile las entretelas amorosas, así que ella le permitirá a su novio tener una aventura. Será así una pareja moderna, donde la infidelidad les hará progresar. No es capaz de medir entonces el alcance de sus palabras. Ella deja la casa para ir a trabajar y él acude a la fiesta donde la mujer que le ha llamado por el móvil, quiere cepillárselo.

Luego tiene lugar una sucesión de gag, donde el protagonista se presenta como un Mr Bean Galo, con menos gracia que este, desplegando toda clases de zafiedades. El guionista pone al protagonista es unas situaciónes increíbles que nos hacen descojonarnos de todo cuanto vemos. Todo es surrealista, tanto que su posible amante sea la hija del Presidente de la Repúbica, como la visita que él hace a la casa de la sirvienta de su potencial amante, la cual tiene cuatro hermanas de belleza angelical.

El final féliz está servido y las consecuencias del amor o del desamor explicitadas.

El protagonista es Emmanuel Mouret (quien a pesar de su rostro juvenil tiene ya 39 años) que al mismo tiempo la dirige (quinta vez que se da esta circunstancia).
Entre la nómina de actrices la efectiva Déborah François (La última nota, El niño). Las cuarto hermanas de Aneth son las actrices Zara Prassinot, Laura Boujenah, Audrey DeWilder, Juliet Lemonnier.

Nuestra puntuación

3 comentarios en «Actual 2010 Maratón de Cine»

  1. Pues coincido contigo, en cuanto a la organización, ha dejado mucho que desear, y y a lo de los cortestécnicos, ver quemarse una película 4 veces es algo difícil, descuadrarse, estar un rato esperando a que lo arreglen… un cero en el apartado técnico.

    En la comparación con lo que se comía en los Golem y ahora en los Yelmo, también salen muy perjudicados estos últimos. Y la gente de la organización tampoco se molestaban mucho en ayudar.

    Por cierto, no eran 2 las salas reservadas, sino 4, las 3 y 4 por un lado y las 9 y 10 por otro.

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