Alabama Monroe (Alex Van Groeningen 2012)

alabama-monroe-cartel

Si ya es dramático ver la historia de una niña de corta edad que muere a resultas de una leucemia, sumarle a ese hecho luctuoso la muerte de la madre de la criatura, que sin poder superar la muerte de su retoño, decide suicidarse, la película podemos imaginar la carga dramática que atesora.

Elise hace tatuajes. Didier toca en un grupo de bluegrass. Un día Elise entra en la tienda de Didier y le habla de un concierto, de un tipo de música que a él le gusta. Luego ella lo ve a él sobre el escenario, cantando y Cupido hace de las suyas y surge entre ellos la pasión, el amor a borbotones, el sexo sin medida y luego el embarazo de ella, y el nacimiento de su hija Maybelle y cuando todo parece perfecto, la niña tiene leucemia, y todo se desmorona, se resquebraja, se va al traste. Y con la muerte de la niña, surgen los zarpazos, los reproches, las reprimendas, esa ristra de agravios y heridas mal cerradas.

Magnífico el trabajo de Elise (Veerle Baetens) y de Didier (Johan Heidenbergh). Un guión potente que arremete contra esa religión que impide avanzar la ciencia y salvar vidas. Magnífico el discurso de Didier sobre el escenario, sin querer asumir de papel de víctima pasiva, sin voz ni voto. Didier aprovecha ese escenario para exorcizar su dolor, para dar su parecer, algo que Elise, no comparte.

Película desgarradora y compleja, que no esconde nada y muestra todo con toda la crudeza de la que los seres humanos somos capaces de manifestar cuando no somos capaces de controlar nada de lo que nos rodea.

Alabama Monroe se suma a otras producciones realizadas en Holanda y Bélgica como Bullhead o Borgman, que vale la pena y mucho visionar.

Más sobre el cine invisible Belga.

Nuestra puntuación

Deja un comentario