Isabel Coixet: Abre(nos) los ojos

Leía hoy un artículo de Isabel Coixet que me ha encantado. Ahora que la Ley Sinde está hasta en la sopa, siendo cuatro los que se la han empollado, ya hay gente que se posiciona a favor o en contra. Lo lógico y como está sucediendo, es que los autores estén a un lado y los internautas a otro. Pues bien, es en esas zonas grises donde se cuece todo, donde hay gente, no mucha la verdad, como la directora Isabel Coixet, la cual a tenor de lo que dice, está muy bien informada de la tierra que pisa, lo cual le lleva a afirmar cosas como estas.

…» Ver una película en casa, sea en un monitor de televisión o en la pantalla de un ordenador es un acto de consumo cuyo fuera de campo es la cotidianidad: los niños que juegan, la cafetera que silba, el desorden en las estanterías, la vida doméstica que lima la abstracción que propone una película, cualquier película.

El espectador de hoy, mientras ve una película en su ordenador, come, fuma, twitea, contesta correos, cuelga comentarios en los muros de los amigos. Así son las cosas. La relación entre lo visible y lo invisible se ha modificado. La noche artificial en la que te sumerge una película vista en una sala no tiene ya el carácter sacro que tenía para muchas generaciones de espectadores».

Cierto, mucha gente, infinidad de internautas vemos películas en el ordenador, tumbados en la cama, con el portatil en los pies. Como afirma ver una película en una gigante pantalla, en un cine, para algunos no tiene nada de mágico, sino que prefieren simultanear el visionado de la película con estas actividades. Coixet dice más cosas igual de interesantes. Ahí van.

Las películas ya no modelan nuestros puntos de vista sobre el amor, la política, la historia, las relaciones: han dejado de ser fundamentales. Ignorar esta disminución de la influencia del cine en la vida es algo que los cineastas no podemos permitirnos ignorar. La nostalgia, aunque inevitable, es un error (Simone Signoret dixit) que puede costarnos la supervivencia….

¿Estos espectadores que han dejado de ir al cine son los que se bajan las películas en la Red o se las compran a los chinos que venden por los bares (que cada vez se ven menos)? Yo creo que no. La gente deja de ir al cine por múltiples razones: porque pierden el hábito, porque no hay nada en la cartelera que les motive, porque prefieren gastarse 100 euros en una entrada de fútbol, porque se enganchan a las series de HBO, porque tienen niños y sale por un pico el cine y las horas de canguro o porque, simplemente, pasan: no es algo importante en sus vidas, lo arrinconan hasta el olvido.

¿Es posible recuperarlos? No lo sé. Lo único que sé es que en este momento en que nos encontramos, más que nunca, el deber de un cineasta es construir un punto de vista sobre la realidad (y en eso incluyo a cualquier tipo de cineasta, desde el más oscuro y minoritario al más comercial), saber dónde está, empaparse de las cosas que pasan (aunque luego haga una película de zombis en el espacio) y empeñarse en ser lo más libre que pueda.

No había leído yo nada similar hasta la fecha. Por fin alguien deja de tirar balones fuera, de acusar a las descargas ilegales de todos los males. La directora se sale de estos comentarios manidos hasta la suciedad para esgrimir otros, los que apelan al talento, al compromiso, a ofrecer algo que motive a la gente, tanto como para hacerles ir al cine y pagar una entrada. Millones de veces hemos dicho después de ver una película ¿pero quien va a pagar 8 euros por ver este peñazo?. Cada vez se hace más películas infumables, y es cierto que semana tras semana ves la cartelera y a duras penas encuentras algún título que valga la pena. Gracias a internet tienes miles de películas a tu alcance, de todos los géneros y nacionalidades. Algunos de esos directores y de esas peliculas damos cuenta aquí merced a interenet, de no exisitir y con la que está cayendo, comentaríamos unas 20 películas al año y a Dios gracias.
El artículo completo lo puedes leer en esta dirección.

Como colofón, ahí os dejo la respuesta que dio Coixet cuando le preguntaron sobre la Ley Sinde

Volviendo la vista a la actualidad de cine, ¿qué opina de la ley Sinde?

Pienso que hay que afrontar los cambios sociales que se dan y saber donde estamos. Hoy en día pedir a la gente que no se descargue cosas de internet es absurdo. Pero en este país, quienes manejan las películas no han hecho bien las cosas. Si hubiese webs que ofrecieran películas, con mucha información, bien presentadas y un precio razonable, creo que la gente las compraría. Lo que pasa es que todo el mundo ha escondido la cabeza en el suelo, como las avestruces, y no se han dado cuenta de que las cosas han cambiado.

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