Recordemos que en episodio pasado habíamos dejado a Ned y Chuck cara a cara con el difunto padre de esta, al que acababan de desenterrar y estaban a punto de revivir. Pues bien, lo hacen, y aunque no les sirve de mucho sus palabras, Chuck, en uno de sus impulsos, evita que Ned vuelva a matarlo, sin que él se entere, y se lo lleva a su casa.
Eso la hace sentirse culpable, pues sabe que alguien ha tenido que morir por él, por lo que acude al despacho del detective Emerson Cod para que descubra quien ha sido el difunto.
Lo que en principio puede ser un mal acto, se convierte en uno bueno, pues el muerto acaban por descubrir que es Dwight, que además estaba apuntándoles con su rifle, en apariencia para cargárselos, así que no hay mal que por bien por venga. Pero eso genera un nuevo problema, porque las tías de Chuck andaban también detrás de él. Lily directamente para cargárselo y Vivian porque estaba viviendo una “tórrida” aventura con él.
Así que en este episodio no hay mucho que investigar para Emerson, aunque sí tenemos el asesinato de turno. Y es que mientras Chuck y Emerson están investigando por su lado, Ned y Olive se van a un concurso culinario, para deleite de esta, lleno de esperpénticos concursantes que hacen lo imposible por ganar. Uno de ellos aparece muerto y se dedicarán a intentar averiguar qué ha sucedido en realidad.
Una vez más, le echan imaginación al episodio, porque los personajes que aparecen por el concurso son auténticos. Además Olive nos deleita con un nuevo número musical de los suyos cuando descubre que nunca podrá dejar colada por el pastelero. Si hace poco os dejamos el vídeo de Hoplessly Devoted to You, ahora es Eternal Flame, con interrupciones, como siempre, incluidas.
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